El Mundo según Mafalda del historietista Quino |
LA PRODUCCIÓN de soya aumenta. La producción y el consumo de carne aumenta. El consumo de pescados y mariscos aumenta. El consumo de combustibles fósiles aumenta. La energía eólica crece. La energía solar brilla cada vez más. El flujo de biocombustibles crece. Las emisiones de carbono continúan su crecimiento desmedido. Los desastres relacionados con el clima crecen. La población mundial aumenta. La mitad del mundo de pronto será urbana. La economía y la presión ambiental crecen. La producción de acero se dispara. La producción de aluminio crece. Lo mismo la de madera sin debastar. La producción de vehículos automores aumenta mucho. La de bicicletas poco. Los viajes n avión alcanzan cada vez más.. Los celulares se usan cada vez más. Etcétera, etcétera.
Estas son las primeras líneas que entrejen el argumento del capítulo titulado “Nos sube la bilirrubina” escrito por Carlos Amador, doctor en Fisicoquímica por las UNAM y profesor en al Facultad de Química, en su libro El Mundo Finito[1], en este apartado explica detalladamente como el consumo excesivo aumenta la crisis ambiental y hace una sólida reflexión del daño que estamos provocando a <<los signos vitales del planeta[2] -algo así como la frecuencia cardiaca, oxigenación, presión y frecuencia respiratoria>>. Su argumento esta respaldado por una serie de gráficas que registran la rapidez del crecimiento casi lineal en las últimas décadas de: la población humana (miles de millones), el producto mundial bruto (miles de millones de dólares), el consumo de petróleo (millones de toneladas), el consumo de automóviles (millones), del carbón como producto de la combustión (miles de millones de toneladas), el aumento casi exponencial de viajes en avión (billones de km-pasajero), el consumo de carne (millones de toneladas), el consumo de pescado (millones de toneladas), lo mismo que el consumo de acero (millones de toneladas), de aluminio (millones de toneladas) y las computadoras en red (millones) desde 1960 al 2000. <<Porque si hay algo de característico del siglo de oro del animal humano es que todas las actividades humanas crecen día con día>> y señala que todo esto es da como resultado el calentamiento global, que afecta las costumbres de diversos seres vivos, principalmente especies en riesgo de extinción <<las conductas que dependen de la llegada de calor en el ciclo anual se están extendiendo cada año y las conductas que dependen del calor, determinado por la latitud, se están extendiendo hacia los polos>> Según nos dice el autor, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza definió una lista de 40168 especies, entre las cuales 16118 están en peligro de extinción, de acuerdo a su definición: la tercera parte de los anfibios, la cuarta parte de los árboles de coníferas, la octava parte de los pájaros y la cuarta parte de los mamíferos. <<A 85 % de los más de 500 crustáceos se los esta llevando el payaso>>
El calentamiento global o cambio climático mundial, es una realidad que estamos viviendo y los datos duros mencionados con los que Carlos Amador detallada el fenómeno, como en la mayoría de los casos pueden caer en la trivialidad de la vida diaria o bien pueden ser lesiones en los signos vitales del planeta que merecen ser atendidos con urgencia <<Al parecer nuestro paciente esta muy enfermo>> . Iranyela López
[1] AMADOR Carlos. “El mundo Finito: Desarrollo sustentable en el siglo de oto de la humanidad”. México, Universidad Nacional Autónoma de México. Fondo de Cultura Económica, 2010 p.p. 185-191
[2] La expresión signos vitales la cita del nombre del trabajo editorial del Worldwatch Institute. En : Vital Signs 2007-2008: The Trends that Are Shaping Our Future, The Worldwatch Institute, Worldwatch Books, W. W. Norton & Co., 2007
putos
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